Periodista cuenta lo difícil que es vivir como refugiada

Kalua Salazar, quien ejercía como periodista en Bluefields-Costa Caribe Sur, se exilió en  2023 debido a la represión que se vive en Nicaragua.

“Tuve que exiliarme en un país muy lejano a mi tierra y esto conlleva a que mi persona, viviera muchas situaciones difíciles: emocionales, ecológicas y económicas. El cambio drástico de cultura -yo soy costeña-, la lejanía de tus familiares, de tu trabajo, de la forma que uno estaba acostumbrada de ejercer el periodismo”. 

 Lo más difícil para cualquier persona exiliada es encontrarse con que la situación no cambiará rápidamente. Así lo manifiesta la periodista, “cuando yo me exilié, yo pensaba que esto iba a ser de algunos meses, o que no iba tardar tanto… Y ya ha transcurrido un año y sabemos que la situación política en Nicaragua no va a finalizar en el periodo próximo”.

Seguir informando desde la condición de refugiada

Para Kalua seguir ejerciendo es vital dado que considera que, si informar es el motivo del exilio, dejar de hacerlo sería invisibilizar las luchas que se viven principalmente en la Costa Caribe. “Lo más importante, seguir ejerciendo, que fue al final, la razón por la que yo tuve que exiliarme y el objetivo principal es poder llevar más información sobre las comunidades indígenas y afrodescendientes de mi región y poder denunciar o servir como plataforma para que estos pueblos denuncien las violaciones a los derechos humanos que ocurren en nuestras comunidades”.

La periodista manifiesta  para  otros colegas en el exilio, que se debe mantener  la fe y valentía. Sobre todo, no culparse, el hecho de decirse “si no hubiera hecho eso, no estuviera en el exilio y estuviera con mi familia”. Kalua recalca que hay que recordar el motivo principal: “defender la libertad de prensa, defender la libertad de expresión, defender la libertad de información para nuestros pueblos y ciudades, y sobre todo, ejercer un periodismo independiente. Estamos en el exilio no porque hayamos hecho algo malo, no porque no ejercimos nuestro trabajo correctamente o con ética; sino, porque hay un régimen en nuestro país, que está cercenando cualquier libertad de las poblaciones, incluyendo las que nosotros ejercemos como periodistas”.

 El Día Mundial del Refugiado se conmemora el 20 de junio cada año. Este día tiene como objetivo sensibilizar sobre la situación de millones de personas en todo el mundo. Las cuales han sido obligadas a abandonar sus hogares debido a conflictos, persecuciones o violaciones de derechos humanos. Es una oportunidad para reconocer la resiliencia y la fuerza de los refugiados, así como para mostrar solidaridad con ellos.

Los periodistas refugiados, exiliados o trasladados mediante movilidad segura procedentes de Nicaragua conforman más de 250 según informe de organismos defensores de Derechos Humanos y monitoreo de la FLED.

Hombres y mujeres profesionales de los medios de comunicación que se han visto obligados a abandonar Nicaragua debido a amenazas, persecuciones u otras formas de violencia relacionadas con su trabajo.

Aún con todos los desafíos, los periodistas refugiados nicaragüenses alrededor del mundo continúan desempeñando un papel crucial al informar dado que desde dentro de Nicaragua es imposible ejercer el periodismo.