Hostilidad en contra de periodistas independientes de Nicaragua no cesa, tampoco el exilio forzado

La Fundación por la Libertad de Expresión y Democracia (FLED), presenta una sinopsis sobre la situación de violencia extrema que enfrentan las personas periodistas independientes en Nicaragua a manos del Estado, sus funcionarios y agentes paramilitares.

Según los reportes a los que hemos tenido acceso, a partir de la segunda semana de julio, las agresiones y ataques en contra de los periodistas independientes de Nicaragua escalaron a niveles similares a los registrados en 2018.

A razón de esto, el exilio forzado de profesionales del periodismo ha aumentado significativamente, a la fecha al menos una decena de periodistas salieron del país en menos de un mes. Cabe destacar que en Nicaragua cada vez hay menos periodistas ejerciendo la profesión.

Los testimonios de algunos de los profesionales que han tenido que salir son desgarradores, la crueldad y hostilidad gubernamental se asemeja a la que ocurre en otras naciones con grupos del crimen organizado  y ha avanzado incluso a familiares lejanos de los periodistas.  Como si esto fuera poco, los abusos han involucrado violencia en contra de menores de edad.

Como organización defensora de la libertad de prensa nos preocupa en gran manera la desaparición forzada de la periodista Fabiola Tercero, a quien la policía de Nicaragua le allanó su vivienda el pasado 12 de julio y desde ahí no se ha podido establecer ningún tipo de comunicación, ni obtener información de su caso, hasta la fecha tampoco se conoce ninguna acusación en su contra.

El Estado de Nicaragua mediante la policía debe dar información de la periodista y poner fin al acoso y asedio que sostiene en contra de otros profesionales de la comunicación que están en Nicaragua, los cuales son personas de edad avanzada, están retirados de la profesión y tienen padecimientos que requieren atención especializada y estabilidad en sus estados de ánimo.

Lamentamos que las amenazas físicas también están incrementando y que puede tener desenlaces fatídicos como heridas, golpes e incluso la muerte de hombres y mujeres de prensa en el país.

Así mismo queremos señalar que se desconoce el estado actual de la periodista Nohelia González, el Estado de Nicaragua no se pronunció sobre su caso y el único familiar que lo hizo se encuentra en manos de la policía del país.

Por otra parte, lamentamos que el silencio y la autocensura continúe ganando terreno entre las víctimas de violencia estatal, entendemos que es una respuesta necesaria de protección, pero nos produce mucha intranquilidad pues sabemos que el gobierno y sus funcionarios la aprovechan para cometer más actos de violencia en contra de periodistas y comunicadores.

Agradecemos el respaldo a las denuncias de lo que ocurre en el país por parte de redes internacionales como Voces del Sur, Alianza Regional por la Libre Expresión e Información, IFEX-ALC, Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Reporteros Sin Fronteras, Relatoría para la Libertad de Expresión de la CIDH y de todas las voces que han hecho eco de las violaciones a libertad de prensa y los derechos humanos en Nicaragua.

El Estado de Nicaragua debe detener la hostilidad y los ataques sin sentido en contra de quienes usan la palabra, la educación y sus habilidades comunicativas para informar y trasmitir al mundo lo que ocurre en Nicaragua.

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