La prensa independiente, un pilar en la protección de los derechos humanos
Cada 10 de diciembre, cuando se conmemora el Día de los Derechos Humanos, se abre una oportunidad para reflexionar sobre los avances alcanzados como sociedad, pero también sobre los enormes desafíos que persisten. Así mismo es una fecha clave para reafirmar nuestro compromiso con quienes, día tras día, trabajan y se esfuerzan por exigir el respeto a los derechos y libertades fundamentales.
Desde la Fundación por la Libertad de Expresión y Democracia (FLED) recordamos que esta lucha solo se sostiene cuando la sociedad une esfuerzos para proteger la democracia, respaldar a quienes denuncian abusos y resguardar las libertades fundamentales, hoy amenazadas por diferentes círculos de poder que consideran este trabajo una incomodidad o un riesgo. También es esencial reconocer que detrás de cada caso documentado y denunciado, detrás de cada iniciativa que impulsa cambios, hay personas y organizaciones que entregan su tiempo, su energía y, en muchas ocasiones, su seguridad para proteger a otros.
En la labor de protección y defensa de los derechos humanos, el periodismo es más que un acompañante: es un aliado estratégico. La prensa independiente no solo genera impacto mediante sus denuncias; también fortalece y amplifica los esfuerzos de los defensores por educar, informar y empoderar a la ciudadanía desde diversos ámbitos. Cuando un periodista investiga, contrasta y publica sobre el trabajo de quienes defienden derechos humanos, abre espacios de visibilidad y permite que historias que de otra forma quedarían silenciadas lleguen donde realmente deben ser escuchadas.
En FLED entendemos la importancia de fortalecer los lazos entre quienes defienden derechos humanos y quienes ejercen el periodismo. Aunque cumplen roles distintos, ambos coinciden en un mismo propósito: proteger la dignidad de las personas y promover entornos seguros donde los derechos puedan ejercerse de manera plena y sin temor.
Como organización de la sociedad civil renovamos nuestro compromiso de trabajar en la defensa activa de los derechos humanos y las libertades fundamentales. Estamos convencidos de que solo así es posible construir un entorno democrático que garantice la dignidad, la seguridad y la participación de todas las personas en igualdad de condiciones.
Una vez más reiteramos nuestra demanda al Estado de Nicaragua para que cumpla sus obligaciones internacionales, respete las libertades fundamentales y cese cualquier forma de persecución contra quienes ejercen su derecho a informar, opinar y defender derechos humanos. Estas acciones no constituyen un delito; limitarlas, en cambio, implica restringir derechos indispensables y vulnerar garantías que todo Estado democrático está obligado a proteger.

